¿Por qué hay tantos drones sobrevolando el cielo de Polonia?
Según datos del ICEX, el mercado de los drones es uno de los que más crecimiento económico está experimentando a nivel mundial. Se calcula que el valor global del negocio de drones en 2026 será de unos 58.000 millones de dólares, una cifra sensiblemente superior al valor estimado actual de 27.400 millones.
Por su parte, Polonia ha sido uno de los estados miembros de la UE que más ha acusado la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. Esto se debe a que el parón de su actividad industrial (principal motor de su pequeña economía) provocó que el PIB nacional se desplomase hasta alcanzar valores negativos.
Con estos antecedentes, resulta sorprendente que Polonia sea, precisamente, uno de los escenarios que presente las mejores perspectivas de futuro para el mercado de los drones a nivel internacional. Las importantes oportunidades de negocio que ofrece este país ponen de manifiesto la relevancia del traductor y de la agencia especializada en servicios lingüísticos.
Analicemos este floreciente sector con más detalle y veamos por qué la traducción profesional tendrá tanta cabida en él.
¿Qué es un dron?
Los drones son vehículos aéreos no tripulados (UAV, Unmanned Aerial Vehicle) capaces de volar durante mayores o menores periodos de tiempo en función de su autonomía. Se controlan de forma remota y pueden propulsarse por medio de motores de explosión, eléctricos o de reacción.
El propósito de los drones es, a grandes rasgos, comercial y militar. Su uso comercial, suele responder a fines lúdicos o civiles (agricultura o energías renovables), mientras que su uso militar se destina a la defensa (seguridad, control de fronteras o soluciones medioambientales).
El aire polaco, el peor de Europa
Atendiendo a las características de su industria, es comprensible que Polonia presente un índice de contaminación superior a la media europea. De hecho, el aire polaco se considera el peor de toda la UE, y quizá esto se deba a que el 80% de su electricidad procede de la quema del carbón.
Las consecuencias son evidentes: se calcula que unos 50.000 polacos mueren cada año por culpa de la contaminación del aire. A esta cifra hay que añadir un número indeterminado de ciudadanos que sufren enfermedades respiratorias relacionadas con dicha contaminación o derivadas de ella.
El problema viene de la vasta tradición minera del país, un sector que da empleo directo a más de 100.000 personas. Las costumbres están muy arraigadas y la sociedad polaca suele tener pocas alternativas en cuanto a empleo y suministro de energía.

Foto de Rafal Jedrzejek en Unsplash
¿Para qué se usan los drones en Polonia?
Ante esta evidente amenaza para la salud pública, en la primavera de 2020, el gobierno puso en marcha un proyecto consistente en fletar una patrulla de drones para vigilar el espacio aéreo.
Desde el cielo polaco, estos aparatos inspeccionan las chimeneas de las ciudades con el propósito de identificar la quema de carbón o basura. Las cámaras de los drones detectan el humo negro expulsado por estos materiales tan contaminantes al arder e ignoran el característico humo blanco procedente de la quema de gas natural.
Este combustible es el principal eje de la transformación energética del país: en plena explosión de la pandemia, el gobierno ya había invertido cerca de 315 millones de euros en subvenciones a empresas y particulares que utilizasen calefacción a base de gas natural, así como en la mencionada flota de drones.
Cracovia es el campo de pruebas donde el gobierno determina la eficacia de sus estrategias para limitar el uso los combustibles fósiles. La transición energética se empieza a manifestar en el creciente número de autobuses eléctricos y en la prohibición de quemar carbón y basura en los hogares.
¿Cómo funciona en Polonia el mercado de drones?
Por sorprendente que parezca, las cifras dan testimonio de que este país europeo está (y seguirá estando) a la cabeza de las transacciones internacionales relacionadas con el sector de los drones, que representan el 1,55% del valor de todas las importaciones mundiales.
En Polonia ya hay numerosas empresas que ofrecen servicios de producción, distribución, soporte y formación de operadores de drones. La demanda es muy heterogénea y, en muchos casos, altamente especializada: los factores más influyentes son las características técnicas, los accesorios y, por supuesto, el propósito para el que se destine el dron.
Este último parámetro determina el tipo de distribución: mientras que los drones con fines comerciales siguen una cadena de valor donde intervienen varios intermediarios, los drones militares, tras su fabricación, se venden directamente al usuario final.
El rol del traductor profesional en el negocio de los drones
Como es de suponer, en este mercado abundan los documentos de índole técnica. La ingeniería, la robótica y la informática son los principales campos de especialización que han de dominarse para traducir documentos como patentes o manuales de especificaciones.
Asimismo, como en toda actividad de comercio internacional, resulta imprescindible conocer los pormenores del lenguaje jurídico de cara a traducir acuerdos comerciales, contratos mercantiles o cláusulas de descarga de responsabilidad.
El perfil es el de un traductor internacional con conocimientos técnicos, habituado a trabajar con documentación sensible y con clara orientación a los resultados: un traductor como aquellos que colaboran con una agencia como sanscrit.